La semana pasada fue mi última semana en Nextail, la que ha sido mi casa durante los dos últimos años y medio.
Como en la mayoría de las startups el tiempo pasa volando, pero al echar la vista atrás parece que fue hace mucho tiempo aquel día que entré en esa sala de 40 m2 en el Eurobuilding que hacía de oficina.
En este tiempo he crecido personal y profesionalmente, y creo haber ayudado a crecer a la compañía, pero había llegado a un punto en el que el valor añadido que yo podía aportar ya no era diferenciador.
Quiero agradecer a Leo, Joaquín y Carlos por haber confiado en mí, y haberme dado la oportunidad de trabajar y aprender de ellos. Con una visión clara y una gran ejecución, han conseguido llevar a Nextail a ser un player importante del sector a nivel mundial.
Me voy satisfecho del trabajo realizado y los logros conseguidos como compañía. A modo de retrospectiva personal tras dos años, me quedaría con:
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Haber ayudado a hacer que el producto pueda dar servicio a ballenas: los requisitos no son los mismos para un cliente con pocas tiendas y un catálogo reducido, que para un cliente con centenares de tiendas y un catálogo de gran almacén.
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Hacer que toda inteligencia y algoritmia de Nextail dejase de ser una caja negra, y fuera algo más gris: Operaciones y Services necesita comprender las decisiones que propone el sistema para explicar a los clientes por qué las soluciones propuestas son las correctas. Para ello es necesario construir herramientas que ayuden a entender por qué se hacen ciertos movimientos entre todos los posibles, o dado un resultado, tirar del hilo y visualizar los valores y fórmulas que han intervenido en su cálculo, y comprender el peso que tiene cada elemento.
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Haber ayudado a los compañeros de Operaciones, Services y Soporte a hacer más fácil su trabajo: resolver una incidencia o una duda a un compañero a tiempo y bien puede ahorrar mucho tiempo (y dinero) a la empresa. Customer centric, pero con un nivel de indirección. También es un forma muy buena de aprender sobre el producto cuando no hay nada escrito.
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Haber trabajado en inglés una parte importante del tiempo. Aunque el equipo de desarrollo sea local y se converse en español, en Nextail hay una gran diversidad de nacionalidades, por lo que toda la comunicación pública se hace en inglés. Esa diversidad de nacionalidades y culturas ha sido muy enriquecedora.
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Ver que es posible trabajar en full remote. Hasta ahora no había experimentado lo que era trabajar en remoto (ni siquiera cuando estaba con Otogami), y he aprendido que es posible crear una empresa que lo practique, y que es el futuro. Tiene sus partes buenas y partes malas, pero unas compensan a otras, resultando un balance positivo.
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Relacionado con dar servicio a clientes grandes, reducir considerablemente el consumo de recursos de las operaciones de cálculo ejecutadas en Nextail. El escalado vertical había dejado de ser una opción y era necesario aplicar mejoras que permitieran usar instancias con menos memoria y que los mismos cálculos se ejecutasen, o bien en menos tiempo o con menos CPUs.
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Convertir una base de código compleja en un código más sencillo de mantener y probar. El mismo código que sirvió para dar vida a la compañía en forma de MVP evolucionó y se quedó como código de producción. El trabajo de desenmarañar el código existente, evolucionarlo y hacerlo más fácil de tocar y probar requirió muchas sesiones de cirugía. Aunque la casuística del problema a resolver sigue siendo elevaba, el código es ahora más robusto y fácil de testear.
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Ayudar en la migración a Kubernetes de toda la parte de lógica en Java, pasando de un modelo online a un modelo basado en Batch-Jobs de Kubernetes.
No todo van a ser cosas positivas, también me dejo alguna espinita clavada, que podría haber trabajado más de forma proactiva:
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No he conseguido vencer mi aversión al código Ruby. El 50% de la base de código es Ruby, y aunque he hecho incursiones en él y he trabajado con él para entender lo que hacían otras partes del sistema, lo he tocado anecdóticamente. No sé si ha sido porque no era el mejor ejemplo de código del que aprender o simplemente soy un caso perdido :).
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Haber trabajado más aún en inglés.
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Haber trabajado más con gente de negocio. Mi área funcional era el backend del backend y he tenido pocas oportunidades de colaborar con ellos.
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La organización en squads y el estar en remoto me ha impedido trabajar/conocer a muchas personas de la empresa.
Ha habido mucha gente con la que no he podido trabajar, pero otra mucha con la que sí, y puedo decir que de todas he acabado aprendiendo algo. Sin ser algo exhaustivo (porque estaría mal dejarme fuera a alguien), muchas gracias Joaquín, Carlos, Leo, Eduardo, Marcos, Marta, Abel, Albertos, Alejandro, Alvaro, Bili, Carlos, Cesar, Elionai, Fran/k/ky, Ivan, Jose, Juanjo, Julien, Mario, Meri, Sam, Txomin, Vicente, Diogo, Ros, Rocío, Ana, Caye, Giona, Javier, Juan, Pedro, Ana, Ramón, David, Fiorella, Harkaizt, Jaime, …
Próximo destino
La semana que viene empezaré en Clarity
En un mundo global, deslocalizado, deforestado, calentado, automatizado, robotizado, desproporcionado, desequilibrado y radicalizado, es necesario que la gente tome conciencia del impacto que las personas y las empresas tienen en ese mundo y en la sociedad en la que viven. Desde Clarity espero poder aportar mi granito de arena.
Tiempos oscuros y difíciles nos aguardan. Pronto todos tendremos que elegir entre hacer lo que es fácil o lo que está bien. Albus Dumbledore.
Si quieres saber cómo, os invito a entrar en la web de la empresa: clarity.ai.
Rebeca Minguela, junto con Antonio Molins y Joaquín Diez, están creando un equipo de primera fila al que me han invitado a unirme como desarrollador de backend:
La empresa ha hecho una gran apuesta por la tecnología: la proporción de researchers y desarrolladores en la empresa es la más alta que he conocido. Como no podía ser de otra manera, el stack tecnológico con el que trabajaré será Java/JVM.
Espero que gracias a toda mi experiencia, conocimiento y trabajo pueda aportar un valor diferencial al equipo, ayudar a conseguir la importante misión que tiene la empresa y estar a la altura de los compañeros y las expectativas depositadas en mí.